Caer, levantarse, aprender y volver a empezar: Resiliencia

Por Isabel Soria del Río (@Isabelsoriar)

Publicado originalmente en el Blog de Inspiring Benefits el 3 de octubre de 2012. Revisado, reeditado y republicado el 22 de mayo de 2022 en mi blog personal.

Hay momentos y situaciones en la vida o en el trabajo que afectan de manera traumática a las personas, afectan a las decisiones y generan estrés. Cada individuo reacciona diferente frente a las adversidades: algunos toman actitudes positivas, superan los obstáculos admirablemente y tratan de sacar aprendizajes de estas situaciones. Otros se quedan marcados y estancados en sus recuerdos negativos.

Aquellas personas que logran recuperarse fácilmente, que aprenden de los problemas y mantienen un espíritu de esperanza frente a las adversidades, se las consideran resilientes.

La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que permiten avanzar en contra de la corriente y superarse.

(E. Chavez y E. Yturralde)

En la misma línea de esta definición, se puede agregar que la resiliencia no solo es un fenómeno que observamos a nivel individual, sino que podemos hablar de familias resilientes y de grupos y comunidades con características resilientes, incluso se puede hablar de empresas resilientes.

¿Cómo son las personas resilientes?

Una persona con características resilientes es aquella que es capaz de establecer relaciones sociales constructivas, tiene un sentido de sí mismo positivo, dimensiona los problemas, tiene sentido de esperanza frente a las dificultades, extrae significado de las situaciones de estrés, desarrolla iniciativa y se fija metas posibles de alcanzar (Saavedra, E. 2004).

La persona resiliente presenta una serie de factores internos que actúan como protectores, factores que le ayudan a superarlas situaciones de adversidad. Según Saavedra, E (2004) los factores son los siguientes:

  • Presta servicio a los otros o a una causa.
  • Emplea estrategias de convivencia, es asertiva, controla sus impulsos. Es sociable.
  • Tiene sentido del humor.
  • Tiene un fuerte control interno frente a los problemas. Manifiesta autonomía.
  • Ve positivamente el futuro. Es flexible.
  • Tiene capacidad para aprender y conectar los aprendizajes. Capacidad para auto motivarse.
  • Percibe competencias personales. Posee confianza en sí misma.
  • Sabe pedir y recibir feedback

¿Cómo se construye una personalidad resiliente?

Podríamos decir que una persona resiliente, al atravesar una crisis, no solo se sobrepone a la adversidad, sino que además construye sobre ella. Para entender mejor esto, hay que indagar qué lectura de la adversidad hace esa persona. Frente a la adversidad

  • Observa y experimenta la situación.
  • Selecciona parte de lo que observa.
  • Agrega significación (cultural, personal)
  • Elabora suposiciones basadas en lo que agregó. Saca conclusiones.
  • Adopta creencias sobre el mundo y actúo sobre la base de esas creencias.

Creencias

Las personas resilientes tienen una visión abierta y, por lo tanto, sacan conclusiones sobre bases amplias, lo que les evita caer en algunas trampas del pensamiento y les permite contar con una expectativa positiva.

Existen especialmente tres factores que le dan un carácter a la adversidad que, de ser capaces de concientizarlos ante los hechos, nos proveen una mejor oportunidad de actuación. Estos son:

  • el factor permanencia, es decir, el no considerar el evento a perpetuidad;
  • el factor ubicuidad, es decir el no generalizarlo a todo o todos, y
  • el factor identidad, quizás el más difícil, que significa poner perspectiva asertiva a mi responsabilidad y la del otro.

 Esta postura frente a la adversidad es a su vez complementada por ciertas competencias que potencian la capacidad de reconstrucción: la autoconfianza, el autocontrol, la perseverancia, la orientación al logro y la flexibilidad.

¿Se aprende a ser resiliente?

La resiliencia no es un rasgo que las personas tienen o no tienen. Conlleva conductas, pensamientos y acciones que cualquier persona puede aprender y desarrollar.

Lo que hace que un individuo desarrolle la capacidad de ser resiliente es que se forme como persona socialmente competente. Que tenga la capacidad de tener una identidad propia y útil, que sepa tomar decisiones, establecer metas. Esto involucra lugares sociales que implican a la familia, amigos e instituciones. (Ramírez, 1995)

La resiliencia no se desarrolla en todos los individuos de la misma forma y cada uno tiene diversas maneras de desenvolverse y adquirir capacidades para superar sus problemas que según) por lo cual es necesario dejar claro que cada cual forma sus capacidades y elige como desarrollarlas. (Kolb .1973)

“Existen únicamente dos maneras de vivir la vida. Una es como si nada fuese milagro. La otra, como si todo lo fuese.” Albert Einstein

Un gran ejemplo de Resiliencia: Teresa Perales

“La muerte es lo único que no tiene solución. Caminar, sentada o de pie, en el fondo no importa, lo verdaderamente importante es si quieres hacerlo o no. Si la respuesta es positiva, siempre encuentras la fórmula para hacerlo. Querer es poder, ahí está la clave de todo”.

(Teresa Perales. Mi vida sobre ruedas. La Esfera de   los Libros. 2007)

Teresa –@teresa_perales– (Zaragoza, 29 de diciembre de 1975), es parapléjica desde los 19 y es  la atleta paralímpica con más medallas de la historia. A lo largo de su carrera ha ganado 27, más que el nadador estadounidense Michael Phelps; ambos lo han hecho en la piscina y ambos se han llevado las últimas seis en los Juegos de Londres.

Una enfermedad la dejó en silla de ruedas con tan solo diecinueve años y, aunque pueda resultar paradójico, esta situación la ayudó a creer más en sí misma y en sus posibilidades. Querer es poder. No hay idea que describa mejor la vida de Teresa Perales, una mujer que ha conseguido todo aquello que se ha propuesto. Para Teresa su discapacidad fue algo trágico, pero no fue, ni es, lo más importante en su vida.

Optimista y positiva, opina que todo en esta vida tiene solución y ha canalizado su alegría y confianza para crear una corriente: el “espiracionismo”, algo que explica en sus conferencias y que consiste en meter en una espiral imaginaria los pensamientos positivos y todas las cosas que nos hacen ser felices para crear un entorno de optimismo. De esta manera, la atleta zaragozana irradia optimismo contagioso y supone un ejemplo de superación y entrega.

¿Existen empresas resilientes?

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Hemos hablado de la resiliencia a nivel individual, ¿pero existen empresas resilientes?

La respuesta es si, las hay o, al menos, intentan seguir un modelo que las haga resilientes.

En general, frente a la incertidumbre y las crisis, las empresas han buscado siempre alternativas más o menos efectivas para transitarlas. Existen algunas crisis, como la que vivimos actualmente, en las que por profundidad, envergadura o impacto, la capacidad de supervivencia se pone en juego y, como señalaría Darwin, solo sobreviven los más aptos.

Hace ya unos cuantos años que las organizaciones indagan y se acercan al concepto de resiliencia en la búsqueda de algunas claves que les permitan superar los momentos de crisis con un poco más de efectividad.

Si una organización está buscando desarrollar su resiliencia, debe comenzar por los líderes, ya que a través de ellos podrá construir creencias colectivas positivas que la conduzcan a recrearse y reinventarse para poder actuar en forma efectiva para cambiar su realidad.

Diversos estudios concluyen que hay una serie de características comunes a las empresas resilientes. Las empresas resilientes son:

  • Instituciones que se reconocen a sí mismas como formadas por personas y, por tanto, más allá de sus estructuras o límites jurídicos, se perciben como dependientes de la dinámica humana y en consecuencia deberá poner atención a los estados psicológicos y físicos de sus integrantes.
  • Son instituciones que, si bien no son impermeables a las tensiones externas e internas, saben sobreponerse en situaciones de crisis, buscando en sus propios trabajadores los recursos y potencialidades que le permitan seguir adelante.
  • Son instituciones que estarán atentas a los cambios ambientales y, por tanto, reaccionarán oportunamente frente a las exigencias del entorno, siendo capaces de renovarse y ajustarse a las nuevas demandas.
  • Son instituciones innovadoras y creativas, que valorarán las capacidades de sus trabajadores y tomarán en cuenta sus aportes.
  • Son instituciones democráticas, que valoran lo colectivo, la transparencia en el proceso comunicacional, la participación en la toma de decisiones y creen en sus trabajadores.
  • Son ambientes laborales que al tener al centro a la persona, acercarán el proyecto institucional al proyecto propio de desarrollo de cada trabajador. Así, las metas de la Institución no podrán estar ajenas a las metas de cada sujeto.

Información recopilada por Isabel Soria del Río para el blog de Inspiring Benefits

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